sábado, julio 15, 2006

Y yo

Es de madrugada y estoy en el lugar donde el cansancio y la borrachera se funden en una sensación de limbo confusa y al mismo tiempo agradable. Juana duerme a pata suelta en una habitación, y Eze en la otra.

Se me dio por pensar que alguien que pudiera estar leyendo esto tendría una gran probabilidad de caer en la sensación de que yo soy un hombrecito resentido, reprimido y mojigato de la edad de piedra, así que me encapriché con hablar un poco sobre mí y mis propias preferencias.

Me considero un hombre promedio. Sexual. Muy sexual. Sexy, algo por encima del promedio. Creo que tengo "esa" actitud, donde el físico tal vez me falla. Tengo una gran imaginación.

Me encanta coger. Pero también necesito que me cojan, del mismo modo que me encanta besar y que me besen en respuesta. Dos veces en mi vida pagué por sexo, y ninguna de las dos pude acabar. Creo que el sexo es como el ajedrez. Uno se da cuenta cuando el otro no juega y se deja ganar para terminar antes, y así el juego pierde toda la gracia y su razón de ser.

Me gusta masturbarme. Me gustan las fotos. La cantidad de veces que lo hice delante del monitor es incontable, pero debe alcanzar fácil, muy fácilmente, las 4 cifras. Seguramente he tenido mucho más sexo solo que acompañado.

Me fascinan las mujeres. Me gusta todo en ellas, desde sus cuerpos delicados y a la vez terribles hasta la forma casi inocente, casi ingenua y casi despreocupada con la que van por la vida. Me gusta llegar a una mujer. Me encanta seducirlas y conocerlas de a poco. Igual que pasa con muchas mujeres, necesito conocer a la otra persona para poder pasar a la intimidad. La mayoría de mis parejas sexuales antes fueron mis amigas.

Me encanta dar placer a una mujer. SIEMPRE me esfuerzo por que ella quede satisfecha en un encuentro. De cualquier manera. No se termina hasta que ella dice que se termina.

Me fascina dar sexo oral, y también recibirlo. Soy un fanático de los preliminares. Me apasiona tocarlas, desvestirlas, acariciarlas, besarlas, morderlas, lamerlas. Tengo pocos límites en cuanto a lo que hago cuando alguien me gusta.

Lo primero que me fijo en una mujer es su cara. Prefiero las caras redondas y delicadas. Con unos ojos expresivos y una boca sensual ya estamos en buen camino. El color del pelo y de los ojos es secundario, aunque prefiero castaño y claros o miel. Me matan las pecas, sobre todo en la nariz.

Lo segundo que miro son los pechos. Algunos prefieren el culo, y otros los pechos. Yo sacrifico todo el culo necesario por unas buenas tetas. No enormes, proporcionadas. Si son algo pesadas, mejor. Si los pezones son grandes y se paran bien duros, hay bonus extra.

Y lo tercero que miro, pero que es definitorio, sin esto no vale nada de lo anterior, es la actitud. Detesto a las mujeres que se tapan las tetas con lo primero que tienen a mano o que se la pasan tirando hacia abajo de la mini. La mujer es un milagro, no hay motivo para una mujer para no sentirse orgullosa de serlo, y en vez de eso estar reñida con su naturaleza.

Me gustan sexuales. No me gustan las mujeres vuelteras o reprimidas. No me sirve de nada estar con la mujer más hermosa del mundo si no la puedo tocar. Que se quede en su casa, que yo me quedo con la más puta. Me gustan deshinibidas. Un poco exhibicionistas. Me gustan las mujeres que saben tomar la iniciativa como solamente una mujer lo puede hacer.

Me descontrola que me provoquen. Me fascina hacerlo con la ropa puesta, y si ella es la que se aparta la bombacha para dejarme entrar, me lleva al cielo. Me incendio con la exhibición gratuita; me excita mucho más una prenda que deja ver a través que la desnudez. Me hace estallar que dejen salir las tetas afuera del corpiño. Me mata cuando no usan ropa interior.

Me enloquece que se acaricien mientras están conmigo. Que se sostengan las tetas, que se separen los labios. Que se toquen. Lo que más me calienta en el mundo entero es ver a una mujer masturbándose.

Me gusta aprender. Me gusta creer que tengo una mente abierta, y que puedo tanto enseñar, como aprender del otro, como aprender juntos. Me gusta probar cosas nuevas y hacer cosas arriesgadas. Me gusta pensar que todavía puedo crecer y hacer crecer a alguien a quien amo.

Me gusta compartir y cuando amo, doy todo lo que tengo y todo lo que soy.

No sé si será mucho, pero eso soy yo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

krestian, por fin un chavon que habla como se debe de las mujeres, los enfermos machistas son tan extremiastas como un afeminado, yo siento a las mujeres exactamente igual que vos, las amo a todas y no puedo tener sexo con alguien que no conozca, tiene que estar esa conexion, el saber que te desean tanto como vos a ella, sentirme al mismo nivel que ella y explorar hasta el ultimo sentimetro del cuerpo. La verdad no siempre resulta facil encontrar mujeres abiertas de mente que se dejen amar y den todo como lo doy yo cuando me siento amado. Pero cuando las veces que las eh encontrado( y no son muchas) eh sido feliz, una felicidad autentica que no encuentro en nada mas. Me alegra encontrar gente que siente como yo, gracias por expresar tu forma de ver a las mujeres que son lo mas lindo que se puso en este planeta.saludos juan.

Anónimo dijo...

Hola Juan, muchas gracias por tu comentario...
Tenemos hoy demasiado marketing. Nuestro gran problema, creo, es que tanto unos como otras, tienen muy vendido (y muy comprado) el modelo de pensamiento "standard". Y si pensás distinto (ojo, apenas, en detalles, tampoco opuesto) no sos original, o personal. Sos raro.
A mí esto me ha pasado, y me sigue pasando, muchísimo. Las mujeres (argentinas, al menos) están acostumbradas a lidiar con el acoso, y por eso uno ve en la calle lo que uno ve en la calle. Pero si tu propuesta es otra, ella queda descolocada, enfrentada a una situación nueva que no sabe manejar y que tiene que aprender, por lo cual no es tentadora.
Me alegro que en tu caso hayas podido encontrar al menos las pocas veces que me contás, a un par. Atesoralas, esos recuerdos valen oro.
Yo por ahora sigo mirando alrededor.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Pues eso, que lo unico que tengo diferente a ti es que tu tienes pene y yo vagina, alguna vez te has preguntado si hay una vagina en el mundo exactamente a la medida de tu pene; y que claro esto conlleva a una persona implicita. jajajajajaja. Gab.

Lola dijo...

Estaba viendo a ver si yo daba el perfil... (simple curiosidad). En los dos primeros puntos encajaba casi como en un traje a medida (y sin necesidad de sacrificar el culo...), pero en el tercero... definitivamente NO. O sea, que en el caso de que nos hubiésemos cruzado algún día -complicado, porque ni siquiera vivimos en el mismo continente-ni me habrías mirado. Y lo que más gracia me hace, es que yo acostumbro a servir a mis amantes, sin necesidad de encargarlo con antelación, el plato que Juana (que seguramente tenía un aspecto muy sexy) te negó. Yo soy una persona muy tímida, pero los que saben ver más allá de eso, tienen premio. Consejo: no juzgues por las apariencias... te estás cerrando puertas que no sabes adónde te llevarían!