miércoles, julio 19, 2006

La parte más difícil

Hay días en los que parece haber una solución, en los que parece que vale la pena seguir y dejar pasar algo de tiempo. Hay días en los que creo que puedo esperar y tomarlo con calma, y que los buenos tiempos volverán. Hay veces que pienso que puedo relajarme y disfrutar lo que tengo, sea mucho o poco, y ser feliz, y que las cosas van a mejorar, van a salir bien.

Otras veces creo que ya tenemos fecha de defunción, y siento que estoy esforzándome por arrastrar al agua a un caballo muerto. Que aposté todo en una empresa imposible. O que hay cosas que la vida tiene, pero que no las tiene para mí.

A veces, unos u otros sentimientos duran un día entero, o más, y se esfuman después de haber dormido con ellos. Y a veces llegan de un momento a otro. Como hoy.

El día amaneció óptimo. Con un cielo celeste y completamente despejado después de semanas de niebla y llovizna. Con un sol tibio y radiante. Me bañé, me afeité, me perfumé, me vestí lo más elegante que pude. Tengo una cita para almorzar con una ex-compañera de trabajo que me gusta mucho. No se lo conté a Juana. Era un hermoso día. Estaba tranquilo, y feliz.

Hasta que en el viaje descubro que cometí la estupidez de cargar en el MP3 una canción como ésta.

Coldplay. The hardest part.

Y la parte más difícil
Fue dejar ir, no tomar parte
Fue la parte más difícil
Y la cosa más extraña
Fue esperar que esa campana sonara
Ese fue el comienzo más extraño

Lo pude sentir bajar
Agridulce, pude saborear en mi boca
Plata recubriendo la nube
Oh y yo
Yo quisiera poder resolverlo

Y la parte más difícil
Fue dejar ir, no tomar parte
Eso realmente me rompió el corazón
Y traté de cantar
Pero no pude pensar en nada
Y esa fue la parte más difícil

Lo pude sentir bajar
Dejaste el sabor más dulce en mi boca
Sos plata recubriendo las nubes
Oh y yo
Oh y yo
Me pregunto de qué se trata todo

Todo lo que sé está mal
Todo lo que hago, simplemente se deshace
Y todo se rompe

Es un hermoso día en Buenos Aires. Afuera de mi cabeza y de mi corazón.

Pero el show debe continuar, y hoy me interesa más que nada escribir sobre un contrapunto muy jugoso - como no podía ser de otra forma - que tuve el privilegio de protagonizar en los comments del último post con nuestra invitada de lujo: Amanda, quien nos ha honrado con su visita.

Pero para llegar a donde quiero ir, hace falta algo más de background. Acompáñenme, por favor. Por aquí.


No hay comentarios.: